sábado, 8 de enero de 2011

La resiliencia explicada en un cuento.

Para Bruno Bet­telheim: "Todo cuento de hadas es un es­pejo mágico que refleja algunos as­pectos de nuestro mundo interno (..)"
Quisieramos compartir en este espacio, este hermoso y sencillo cuento narrado por un miembro de nuestro grupo en uno de nuestros encuentros. Aquel día hablabamos del heteronimo de "niño perdido" que habita en muchos adultos que han pasado situaciones de desafección infantil. De la diferencia que provoca respecto de otras realidades amorosas y trayectorias afectivas, esa diferencia que genera inseguridad por defecto en el trato, y por exceso
en los recursos que moviliza el niño para salir mas o menos airoso de la situación. Como dice Alice Miller: "Para derribar este mundo que me impide vivir haría falta un coraje heroico y cualidades sobrehumanas (...)" (La llave perdida, pp.23) o tal vez encontrar una melena como la de Tania en la que poder trasportarse a un lugar mejor...
La bruja Tanit

Ilustración: Warwick Goble (http://goble.artpassions.net/)
Había una vez... Una bruja que se llamaba Tanit. Tanit vivía en el Parque de la Ciudadela, entre las hojas y los árboles. Era invisible para los humanos. Y se dedicaba a ayudar a la gente que paseaba por el parque. Eso la hacía muy feliz.
Pero la pobre bruja tenía un problema: cuando llegaba el invierno pasaba mucho, mucho frio en el parque. Así, un día de principios de noviembre, decidió que necesitaba encontrar una casa calentita, antes de ponerse enferma con un resfriado.
Tanit pensaba y pensaba como lo podía hacer... era fácil solo tenía que entrar en una casa, pero no servía cualquier casa para eso. Tenía que elegir.
Un día vio a un niño paseando con su hermana mayor. Y llamaron su atención, ya que el niño llamaba a su hermana mayor por un nombre parecido al suyo: Tania. La brujita en aquel momento supo que quería pasar el invierno con los dos hermanos. La intuición le decía que Tania era una buena chica. Dicho y hecho: la brujita se colgó de la melena de Tania y se fue a vivir a casa de los dos hermanos. Cuando llegó, le gusto tanto la familia que decidió quedarse para siempre, haciendo más agradable la vida de aquella familia, q
ue, sin saberlo, la habían acogido.

Marina Cabrera, © 2010         

4 comentarios:

montse dijo...

Para Marina:como me gustas brujita... OJALA hubiera muchas màs brujitas como tu en el mundo.

Marina Cabrera dijo...

Gracias Montse por el regalo, me emociono mucho al verlo publicado, el dibujo es precioso,...

Montse Fornos dijo...

El regalo es poder trabajar con vosotros en un proyecto así.

Unknown dijo...

Felicidades Marina!!!!!!!!!!!!!!!