sábado, 7 de febrero de 2015

HOMENAJE A FERNANDO SABINO



Creo que muchas de las personas que trabajamos en Resiliencia, hemos leído y resonado o consonado, alguna vez, con el siguiente poema:

De todo quedaron tres cosas:
la certeza de que estaba
siempre comenzando,
la certeza de que
había que seguir
y la certeza de que sería
interrumpido antes de terminar.
Hacer de la interrupción un camino nuevo
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda...un encuentro.


Este poema, atribuido equivocadamente a Fernando Pesoa,  es -en realidad-  autoría del escritor brasileño Fernando Sabino.
Sabino, entre otras actividades, fue un escritor de crónicas que intentó recuperar la inocencia, el volver a ver la vida con la mirada de quien acaba de llegar, como nos deja reflejado en "Uma vez escoteiro":

"Levei seis anos de minha infância com um lenço enrolado no pescoço, flor-de-lis na lapela e pureza no coração, para descobrir que não passava de um candidato à solidão. Alguma coisa ficou, é verdade: a certeza de que posso a qualquer momento arrumar a minha mochila, encher de água o meu cantil e partir. Afinal de contas aprendi mesmo a seguir uma trilha, a estar sempre alerta, a ser sozinho, fui escoteiro — e uma vez escoteiro, sempre escoteiro".

"Me tomó seis años de mi infancia con una bufanda alrededor del cuello , la flor de lis en la solapa y la pureza de corazón, para averiguar lo que era sólo un candidato para la soledad  Algo era, es verdad: la certeza de que podía en cualquier momento empacar mi maleta, llenar de agua de mi cantimplora y partir. Después de todo, aprendió incluso a seguir un rastro , siempre estar alerta, estar solo, yo era un Boy Scout -. y una vez scout, siempre
scout ".

Crítico, luchador, fundó la editorial Sabiá, desde donde se publicaban obras, en la clandestinidad, en época de dictadura.
Dejó escrito para su epitafio: "Nací hombre y muero niño".


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